A propósito de la "virgen"

Conozco los falsos fundamentos en los que basaron  las creencias aquellos que con la espada en la mano, llegaron por estas tierras e impusieron en el nombre de Cristo -ja- su "fe". No niego que entre esos miles, millones de personas existan algunos corazones sinceros. Pero para ser sinceros, a mi parecer es un espectáculo más bien penoso. Penoso porque es una creencia -que no fe- que se basa en una tremenda ignorancia; en hipocresía y en fanatismo puro y duro.

Primero en ignorancia porque si son católicos, quiere decir que se reconocen cristianos, pero en la que es la máxima ley -o al menos así debería ser- no hay una sola referencia a prácticas de este tipo. Nunca se menciona veneración alguna a virgen o virgenes. De Hecho, la Biblia condena toda práctica idolátrica.

Segundo en hipocresía porque lo que debería ser una celebración pura, limpia, no es otra cosa que un pretexto para emborracharse y amanecer tirado y "vomitado" a los pies de cualquier altar.

Tercero en fanatismo porque prácticamente a cualquier católico que le preguntes sobre sus creencias no sabrá que contestar. Sólo se remiten a responder que es la "fe" que les heredaron sus padres y que por eso la profesan.

Pero en este país raro y folclórico todo converge por extrañas y cósmicas -y cómicas también- razones. Cabe decir que no pocos que se dicen guadalupanos, también muestran devoción o culto a lo que llaman "la santa muerte". Cosa que a mi entender -y sustentada por estudios sinceros de la Biblia- se contrapone a las cuestiones cristianas.

Luego nos preguntamos por qué a este país le va como le va.