En la librería

Olvidé lo tortuoso que es visitar una librería en fin de año. Grave error. No se puede caminar por los pasillos; la gente te avienta, te arrebata los libros y al final, ni siquiera los compra, pues esos libros no suelen buscarlos los que por estas fechas acuden.

Lo más crítico y triste de estas fechas es que esa gente que acude a las librerías en otro tiempo no se acuerda de los libros. Me imagino que en los intercambios navideños deciden regalar libros por que les gusta hacerse los interesantes. De otra manera no me explico la barbaridad de libros que se llevan. Y es que esta gente no lee. Los libros de autoayuda son los que más compran, luego los de vampiros y así se van. los más "intelectuales" se llevan los del último Nobel aunque no recuerden a bien ni quién es ni de qué país.

La "joyita" de ayer fue por cortesía de una señora. Su hijo le dijo: mira mamá un libro de poesía de la Generación del 27. Sí hijo, -respondió la señora- los de la Generación del 27 fueron los de la corriente de los moralistas. Gulp!

No tengo más que decir.