El mentado "san juditas"

De un tiempo para acá he visto como se incrementa el culto -que no la fe- por la imagen, de lo que llaman, los que lo adoran, "san juditas". Recuerdo que antes la llamada iglesia de San Hipólito cada día 28 recibía a gente que si bien llenaba el templo, éste no rebosaba como sucede ahora. También he de decir que esa gente era muy distinta a la que acude ahora. Los de antes eran en su mayoría ancianos, gente podríamos decir, normal. Ahora no es así. Ahora acuden hombres y mujeres, vestidos con pantalones de mezclilla "entubados", el cabello lo llevan pintado de rubio o rojo o morado. Por su forma de hablar se nota enseguida que provienen de las zonas más marginadas de la ciudad y su zona metropolitana. Todos cargan su "muñeco", algunos de tamaño casi natural. No pocos llegan en moto, lo cual ya de entrada me causa sospechas. En la concentración de este acto religioso -es un decir- el olor a solvente y a marihuana es constante. Las mentadas de madre y los albures se escuchan a todas horas. Pero toda esta gente no acude por una devoción genuina, vienen a pedir "favores". ¿De qué clase? Unos piden protección para que no los agarre la policía por cuestiones de su "trabajo" -su trabajo puede ser el robo, el secuestro, la venta de drogas y otras variantes-. También piden que los ayude para poder matar al pobre tipo que les encargaron. Así se explica que estos jóvenes, que con poca o nula preparación, que siempre están en la esquina con las muchachas platicando, tengan motos y celulares que envidiaría cualquier ejecutivo de medio rango.

Por eso le quiero proponer algo al gobierno: si no localizan a los delincuentes, dense una vuelta por la iglesia de San Hipólito y sus alrededores. Es seguro que los localicen y a otros muchos más. Por cierto, los jerarcas católicos condenan que estos jóvenes vengan y pidan esas clases de favores. Pero aceptan gustosos las limosnas que estos dejan. Si se dedican al crimen, es lógico deducir que su dinero no proviene de una fuente honrada. La iglesia católica lo sabe y se beneficia. Qué religión tan bonita!!!